iPod 10 - iTunes 0

Como muchos ya sabéis, este año los Reyes Magos también se han portado (lo que demuestra inequívocamente que este año he sido bueno) y han dejado junto a mi zapato, un hermoso iPod classic de 80 GB. Bueno... miento... en realidad dejaron un iPod Nano de 8 GB... pero finalmente y tras arduas negociaciones, aceptaron un pequeño cambio en favor del primero.

Estos días he estado enfrascado en tratar de organizar mi biblioteca musical (que alcanza la nada despreciable cifra de 2000 canciones, aproximadamente; unos 10,4 GB.) para pasarla a mi recién estrenado gadget. El caso es que el susodicho aparatejo obliga a instalar el software iTunes (obviamente, también de Apple) para poder gestionar la música en el dispositivo.

"Bueno, al fin y al cabo es lógico" -pienso- " Así que vamos a allá". Me lo descargo y lo instalo, deseoso de comprobar las virtudes y bondades del software de Apple, siempre tan laureado.

Pues nada más lejos de la realidad. La experiencia de usuario con el software iTunes y su -permítanme decirlo- pésima gestión de la biblioteca musical, acabo muy pronto con mi paciencia.

Continúa...


Para empezar, si quiero agregar mi música a la biblioteca de iTunes hay que agregar manualmente las carpetas que contienen tus archivos multimedia. Hasta aquí todo correcto. Sin embargo iTunes no monitoriza estas carpetas para actualizar su biblioteca con los cambios que se producen en ella, si no que debes hacer los cambios pertinentes a mano. Cuando tienes más de 150 álbumes, y recopilaciones hechas por ti -en las que periódicamente introduces nuevos elementos y eliminas otros- es realmente tedioso tener que hacer los cambios a mano en iTunes.

Por supuesto, ni hablamos de los tags ID3v2. Cuando almacenas mucha música, es habitual que haya archivos cuya información de tags no sea muy coherente, o tengas que cambiar los nombres de ciertas canciones, artistas, etc. Por supuesto, iTunes tampoco reconocerá estos cambios. Por ejemplo, si tienes 3 albums de "Mago de Oz" y otros 3 de "Mägo de Oz", cualquier reproductor considerará que son artistas diferentes (con toda lógica...). Así que no tienes más que cambiar el artista de los tres primeros, usando algún programa de gestión de tags (que los hay, y muy buenos: yo uso Mp3tag ), por el de los segundos. Pero si encima, para mantener actualizada la biblioteca, iTunes te obliga a quitar primero todas las canciones de "Mago de Oz" para incluir las de Mägo de Oz, todo ello a mano... pues al final cansa. Y más cuando esto pasa decenas de veces con decenas de álbumes.

Luego está la incómoda forma de presentar los archivos en pantalla. Una lista... simple... con el título de la canción, el artísta, el álbum y dos o tres cosas más. No hay forma de obtener una vista por álbum sólo, o por artista... algo que sería muy útil para agregar álbumes o artistas completos a listas de reproducción. Creedme si os digo que crear una lista de reproducción de tamaño considerable seleccionando una por una las canciones que la componen, es desesperante.


Y todo esto, sin haber conectado aún el iPod. La que me esperaba... No continuaré con las peripecias que sufrí con iTunes, que son muchas y muy jocosas, porque supongo que con lo primero ya os hacéis una idea.

Había llegado a pensar que, en el fondo, la culpa era mía por exigir cosas demasiado elaboradas, y que realmente el resto del mundo se conformaba con mucho menos y adoraban el iTunes. Y en estas fue cuando, casi por casualidad, descubrí que mi apreciado Winamp (el reproductor musical que llevo usando desde que tengo "uso de teclado") tenía soporte completo para iPod, desde la versión 5. "¡Oh, Dios mio!" pensé "Esto es un milagro". Y comprendí al instante que el fallo no estaba en mí.

Para empezar, se solucionaban mis problemas anteriores: en primer lugar Winamp mantiene siempre actualizada la biblioteca musical, monitorizando constantemente las carpetas que le hayas indicado (sí, también actualiza los tags); y en segundo lugar Winamp dispone de multitud de vistas más que las que proporciona iTunes. Solo faltaba que la comunicación entre Winamp y el iPod fuese satisfactoria.

Lo primero que pensé es que, como suele ocurrir en estos casos, la compatibilidad no sería completa o tendría multitud de "bugs" sin resolver, o no soportaría opciones como la sincronización o la suscripción a podcast... etc. Así que, resignado a encontrarme con mi destino, conecté mi iPod con el Winamp, a la espera de un pantallazo con el mensaje "error chungo" o algo así.

Pero no... Winamp reconoció al instante el iPod, lo mostró en pantalla y me dio acceso completo a su contenido. Y por supuesto, podía sincronizar tranquilamente los archivos del iPod con los de la biblioteca de Winamp a la perfección, sin errores (por ahora), sin duplicados... Y con una facilidad de uso y una experiencia de usuario, en mi opinión, muy superior a la de iTunes.

Así que, más contento que unas castañuelas, puedo decir que el complemento ideal de nuestro iPod es sin duda Winamp.

No dudo de que Apple hace las cosas bien tanto en hardware como en software. Los ejemplos están ahí: MacBook, iPhone, Leopard, iPod... Pero me temo que iTunes debe ser la excepción que confirma la regla.


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