¿Requiem por Internet?

Día 7 del mes 7, a las 7 de la tarde ... parece el momento de un suceso apocalíptico ¿verdad?... pues no os riáis, porque en cierto modo tiene algo de trágico y no se trata de una broma. Trágico para Internet, tal y como ahora la conocemos... trágico para la libertad de contenidos y la neutralidad de la red... trágico para todos los usuarios que nos valemos de ella.

Ayer Lunes día 7, a esa hora fatídica, ha sido cuando se han cumplido los peores presagios: se han votado en el Parlamento Europeo una serie de enmiendas a la Directiva Europea de Telecomunicaciones, que ya han sido bautizadas como enmiendas-torpedo a la libertad de Internet. En concreto, las enmiendas conflictivas, propuestas por el británico Malcolm Harbour (Partido Conservador, Partido Popular Europeo) podían resumirse de este modo:

• Enmienda H1: permitiría a los gobiernos establecer restricciones para evitar el "contenido ilícito" en Internet. La principal, actuar sobre la "calidad del servicio", o dicho de otra manera, reducir la velocidad del P2P, burlando la neutralidad de la red.
• Enmienda H2: pretende establecer mecanismos de cooperación entre los proveedores de Internet y los productores de contenido. O en otras palabras, abrir la puerta para que las sociedades de autores establezcan a los proveedores de Internet qué contenido es lícito y cual ilícito.
• Enmienda H3: inspirada en la "Guillotina Digital" de Sarkozy, obligaría a los proveedores de servicio a controlar y advertir por email a los usuarios cuando se descarguen contenido ilícito.

Estas enmiendas han sido aprobadas casi por unanimidad, con la única oposición de dos eurodiputados, a pesar de las voces críticas que se habían levantado en su contra. La nota de prensa, publicada hoy mismo en la página web del Parlamento, nos hace creer que el gran beneficiado de esta directiva será el usuario de Internet, que verá fortalecidos sus derechos, junto con la la libertad y la justicia en la Red. Y en este punto de la película es cuando nos obligan a tomarnos la "pastilla azul".

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¿Y qué implica todo esto? Pues imaginad por un momento que nuestro querido servicio de Correos tuviese potestad para abrir toda nuestra correspondencia (tanto la que recibimos como la que enviamos) por si acaso cometemos algún delito... o por si acaso hablamos mal de su servicio.. para imponernos un severo "correctivo". Pues eso es exactamente pero trasladado a Internet: aceptar estos controles supone en primer lugar, poder espiar las comunicaciones de los usuarios bien mediante la vigilancia activa del tráfico que pasa a través de nuestro ISP, o bien -agárrense los machos- mediante la instalación obligatoria de algún software espía en el ordenador de todos los usuarios. Y lo peor es que esta vigilancia y la decisión de qué es lícito y que ilícito no estará a cargo de un juez, sino de entidades privadas que pretenden convertirse en "policías de la red".

Y en segundo lugar, pero no menos importante: violar y destruir la neutralidad de la red . Darnos un servicio totalmente sesgado, dependiendo de los intereses de nuestro proveedor de servicios, bloqueando el acceso a ciertas páginas conflictivas o blogs críticos con ellos y priorizando unos contenidos sobre otros según les venga en gana. A partir de ahí, cualquier otra barbaridad que os venga a la mente podría hacerse realidad: cortar el acceso a cualquier ciudadano que se atreva a criticar a la SGAE, al ISP, al gobierno de turno... espiar nuestros correos electrónicos, nuestras sesiones de messenger o cualquier otro contenido que visitemos... Y no quiero seguir, porque se me ponen los pelos de punta.

¿Y si son tan malas, por qué se han aprobado por unanimidad? Porque quien propone las enmiendas no es tonto. Sabe como hacerlo para lograr el mejor apoyo posible. Y estas enmiendas se han vendido como la mejor forma de luchar contra la pornografía infantil y la pederastia, desgraciadamente tan de moda en los medios. Claro, así es normal que todos acepten... si lo doran bien, hasta yo hubiera dicho que sí. Y como menciono más arriba, la nota de prensa es toda una obra de arte del engaño y la ocultación.

Sin embargo, confieso que yo no soy tan pesimista... mantengo un resquicio de esperanza... naturalmente no en ninguno de esos eurodiputados, ni en ninguno de nuestros politicuchos que se bajan los pantalones ante la SGAE. Mi esperanza reside en los propios usuarios.

Para empezar, todo esto supone, además de lo ya dicho, un ataque indirecto contra el software libre, lo cual puede volverse claramente en su contra. Está claro que un gigante como Microsoft, con multitud de intereses económicos, y en aras de mantener su posición predominante en el mercado de los sistemas operativos, pasará por el aro e incluirá de serie el código espía que permita vigilar nuestras comunicaciones (probablemente a cambio de retirar alguna demanda de monopolio que todavía colea). Y el usuario medio ni se enterará. ¿Pero que pasa con Linux? Linux es libre y abierto, y no depende de intereses económicos de nadie, sino de una comunidad de usuarios que trabaja desinteresadamente para lograr un sistema operativo de calidad. Yo puedo disponer de una distribución de linux, con su código fuente completo, y compilar únicamente las funciones que me interesan. Nadie en su sano juicio, que utilice Linux, accedería a instalar dicho código. Y entonces ¿qué?... ¿prohibirían usar Internet a todo aquel que use Linux, FreeBSD, etc.? ¿Supondría el fin del software libre? Así a bote pronto, eso va contra la Ley de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos (Artículo 4-i, Principio de neutralidad tecnológica).... Y contra una comunidad de millones de usuarios que, sin duda, no lo iban a permitir.

Por otro lado, la historia ha demostrado que todos los mecanismos que se inventan para poner trabas a libertad, tarde o temprano son rotos con una facilidad asombrosa. Y es que, al final, todas estas cosas funcionan siempre igual: aunque se aprueben estas barbaridades y en un futuro se conviertan en realidad, y exista ese software que nos espíe y las sociedades privadas pro-derechos de autor se froten las manos, siempre habrá alguien que consiga saltarse el control, que programe un crack que imposibilite el espionaje, un túnel que cifre todas nuestras comunicaciones, cualquier cosa... Los "piratas" siempre van un paso por delante.

Esa es mi esperanza... y esta vez, somos demasiados los que pensamos así. No creo que puedan detenernos a todos.

Esta Directiva aún debe refrendarse en el pleno que tendrá lugar en Septiembre. Hasta entonces tenemos tiempo de hacernos oir, y de movernos para que el sentido común triunfe. Aunque aún no he leido nada sobre iniciativas o eventos para hacer llegar nuestra protesta, seguro que saldrán pronto.

Prometo manteneros informados de todo.