Como ya he dicho hace algún tiempo, cada vez que salgo de viaje o debo hacer largas distancias con el coche, planifico previamente la ruta con Google Maps -al margen de que use un GPS de apoyo durante el viaje, que nunca viene mal-, puesto que es el servicio que mayor confianza me da.
Pues, como era habitual, planifiqué la ruta de nuestras vacaciones a Asturias con este servicio (evitando los peajes, claro está :-P), y empezamos a seguirla sin ningún problema. Una vez pasado Burgos, y en la autovía A-231, debíamos tomar la siguiente salida hacia la A-67, según las indicaciones de Google (click en el mapa para ampliar):
Perfecto. Pues continuamos por la A-231, esperando ver la salida hacia la A-67 "Autovía de Cantabria-Meseta". Pasamos una salida... otra... otra.. "Estará más adelante"... continuamos más adelante... continuamos... todavía nada... Cuando vimos que quedaban apenas unos 30 km para llegar a León, decidimos parar, porque era evidente que no había tal salida. ¿Que había ocurrido? ¿Estaban mal los mapas de Google? ¿Obsoletos, quizá?... Pues no.
Resulta que el tramo de la A-67 que enlaza con la A-231... ¡¡Todavía no está construido!! . Como lo oís. Actualmente la única carretera que enlaza con la A-231 cerca de ahí, apenas un kilómetro antes (como se puede ver en la imagen), es una carretera nacional (la N-611) que va hacia Santander, que finalmente es la que cogimos después de dar la vuelta, media hora después. Ésta nacional sí se convierte en la autovía A-67, pero unos 40 Km más al norte, a la altura de la localidad de Aguilar de Campoo. El tramo desde esa localidad hasta la A-231, está empezando a construirse ahora... desde el Norte. Lo más sorprendente es que en el mapa está detallado incluso cómo va a ser la estructura del enlace, a pesar de que actualmente allí no hay absolutamente nada.
Una lástima que no me hubiese fijado antes en la vista aérea, totalmente reveladora:
Ahora resulta que Google, además de un gran servicio, también es capaz de predecir el futuro. Nunca dejarán de sorprenderme.
23 de agosto de 2008
20 de agosto de 2008
Asturias, patria querida
Reza la sabiduría popular, bien arraigada en estas tierras, que en Asturias no hay árbol, piedra, río o sendero que no tenga su tradición y leyenda. Y ha de ser cierto, porque cada rincón que el viajero pisa en estos parajes está impregnado de una magia especial, de un encanto que únicamente puede disfrutarse si uno es capaz de olvidarse de sí mismo, y de mirar a su alrededor con los ojos inocentes de un niño.
Sólo así se puede reconocer la verdadera Asturias: tierra de hadas y de duendes, escenario de leyendas mitológicas y de historias maravillosas, cuna de los más bellos parajes naturales y hogar de gentes afables y encantadoras. Asturias, en fin, es un hechizo constante, que te embriagará de principio a fin. Descender desde verdes y frondosas laderas envueltos en la bruma montañosa, y unos pasos más allá tropezar con la arena de la playa y el susurro de las olas del mar, es un privilegio que solo podrás disfrutar aquí.
Me atrevería a decir que no hay un solo rincón en Asturias que no merezca visitarse, aunque al final siempre es necesario hacer una selección de lo más importante, por obvias limitaciones de tiempo. Cada cual tendrás sus propias preferencias, y se decantará por unos lugares u otros. Desde mi más humilde experiencia, y teniendo en cuenta que ha sido muy corta (apenas 10 días), aquí dejo mis modestas recomendaciones.
Continúa...
En primer lugar, naturalmente es de obligado cumplimiento el paso por las ciudades más importantes: Oviedo y Gijón. Aunque lamentablemente no pudimos ver la primera, sí la segunda, dejándonos encandilar por el casco antiguo y por la espléndida playa que la bordea.
También es necesario dejarse empapar, aunque sea brevemente, por la cultura pesquera de la zona: no debe dejarse de visitar Cudillero, pueblo de pescadores por excelencia, con sus coloridas casas encaramadas en los riscos, contemplando desde lo alto el vuelo de centenares de gaviotas que guardan el puerto. También una bonita localidad pesquera que merece la pena visitar es Lastres, en el concejo de Colunga, un pequeño rincón enclavado en la empinada roca, donde sus calles se convierten en improvisadas escaleras y laberintos estrechos. Y si os apetece ir un poco más allá, pasando los límites asturianos, San Vicente de la Barquera, es otro espléndido lugar para dejarse seducir por la belleza del mar.
Hacia el interior, la primera entrada hacia el Parque Nacional de los Picos de Europa, tiene parada obligada en Cangas de Onís, con su sobrio puente romano que da la bienvenida al visitante. Después se continúa hasta Covadonga, escenario de leyenda, que guarda mil secretos en sus laderas: la cueva de la La Virgen de Covadonga, la Santina, que según cuentan las crónicas milenarias, guió la victoria de Don Pelayo frente a las tropas musulmanas, en la batalla que lleva su nombre; La Basílica de Covadonga erigida en el siglo XIX para devolver al lugar el esplendor y la gloria de tiempos pasados. Los Lagos, empeñados en permanecer ocultos a las miradas indiscretas, en lo más alto de la montaña, cubren su belleza con un manto de niebla espesa, acentuando ese halo de misterio que los visitantes asumen con respetuoso silencio; sin duda uno de los paisajes más bellos de esta comarca.
En los Picos de Europa, merece la pena perder todo el tiempo del mundo, y dejarse empequeñecer por la grandiosidad de la madre naturaleza, maestra en esculpir durante siglos las más bellas formaciones rocosas y en pulir cada una de sus aristas, para conseguir esta maravillosa cordillera. Emblemático, destaca el Naranjo de Bulnes, majestuoso, que se yergue arrogante entre los picos más altos retando en desafío a los hombres que se atrevan a escalar sus verticales. Existen multitud de rutas de senderismo que pueden hacerse por los Picos, destacando la Ruta del Cares, que discurre por la garganta del río en un desfiladero sin igual, y que merece la pena recorrerse de principio a fin. Y por supuesto, Fuente Dé, al pie mismo de los Picos de Europa, nos regala los preciosos paisajes que pueden divisarse desde su teleférico, que asciende hasta el Macizo de los Urrieles, desde donde tendremos una vista privilegiada de todo el Parque Nacional.
De vuelta a la costa, también imprescindible, Ribadesella: un precisoso pueblo asentado en la misma ribera del río Sella, del que toma su nombre, en el destacan por su belleza las casas erigidas por los antiguos indianos, o el mirador de la ermita de la Virgen de Guía, desde el que se domina el pueblo entero. Aquí finaliza todos los años el famoso Descenso Internacional del Sella, la prueba deportiva de piraguas más importante del año, que tiene su inicio en la localidad de Arriondas y que resulta todo un fenómeno de masas y un espectácuo digno de presenciar. También destacable el concejo de LLanes, famoso por su extenso patrimonio artístico, al que ya no tuvimos tiempo de llegar.
Por supuesto, esto es sólo una gota de agua en medio del Océano, puesto que Asturias, como he dicho, no tiene un rincón en el que no merezca la pena detenerse. Así que haga cada cual su ruta, planifique sus paradas, y prepárese a ver uno de los más bellos parajes que pueda imaginar.
Para finalizar, os dejo el enlace al album de fotos en Flickr , aunque como es pésima costumbre en mí, aún no están comentadas ni etiquetadas convenientemente.
Publicado en:
general,
naturaleza,
viajes
2 de agosto de 2008
De vacaciones
Una breve entrada para deciros que me voy de vacaciones.
Salimos este mismo lunes camino de Caravia (Asturias) a disfrutar de los Picos de Europa, de una buena sidriña, de la playa y del sol (o de la lluvia, que por esos lares el tiempo es bastante travieso y si puede, te la lía).
Esperemos que no, y que a la vuelta os pueda contar cómo luce mi espléndido bronceado... suponiendo que este año lo consiga, por fin :-P.
Así que hasta mediados de agosto, más o menos, este blog permanecerá "callado". Pero siempre podéis daros una vuelta por el archivo, si os aburrís.
Un saludo y disfrutad en mi ausencia.
Salimos este mismo lunes camino de Caravia (Asturias) a disfrutar de los Picos de Europa, de una buena sidriña, de la playa y del sol (o de la lluvia, que por esos lares el tiempo es bastante travieso y si puede, te la lía).
Esperemos que no, y que a la vuelta os pueda contar cómo luce mi espléndido bronceado... suponiendo que este año lo consiga, por fin :-P.
Así que hasta mediados de agosto, más o menos, este blog permanecerá "callado". Pero siempre podéis daros una vuelta por el archivo, si os aburrís.
Un saludo y disfrutad en mi ausencia.
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