Y seguimos aquí...

Esta misma mañana, a eso de las 9:30 hora peninsular, se ha puesto en marcha el Gran Colisionador de Hadrones (LHC - Large Hadron Collider) que, para los no entendidos, viene a ser como un tremendo donut (de un diámetro de casi 9 kilómetros), hueco, sin miga, por cuyo interior (que está a una temperatura fresquísima, aproximadamente) hacen circular partículas infinitamente pequeñas a grandes velocidades, que después de chocar entre sí producen unos fuegos artificiales preciosísimos. Bueno, en realidad el tema es algo más complejo pero vale para hacerse una idea rápida.

Este proyecto, que ha costado la friolera de 5.000 millones de euros (más o menos, lo que dos cañas y una tapa en el bar de la esquina), pretende arrojar algo de luz a los misterios sobre el origen del Universo, sobre porqué somos personas de carne y hueso y no un radiactivo plasma verde, o sobre porqué nuestros coches no van a la velocidad de la luz. Pero lo que más interesa a la comunidad científica es encontrar rastro de la "Partícula de Dios" o más seriamente conocido como "bosón de Higgs" que da entidad a la materia física, siendo la responsable de que tengamos "masa". Algo así como la harina invisible que espesa el caldo. En fin, cosas veredes, Sancho, ...

Pues todo eso y muchas cosas más, pueden averiguarse haciendo colisionar partículas subatómicas entre sí, cual pelea de gallos, dentro del LHC y extrayendo resultados de las mismas. Desde luego, hay que tener muchas neuronas y muy bien conectadas para engendrar este tipo de artilugios, y que encima funcionen. Los científicos deben ser unos tíos muy listos.

El caso es que también han surgido voces discordantes de otros científicos (o pseudo-científicos, uno de ellos español, cómo no) que dicen que el LHC representa un peligro para la Humanidad y para el Universo entero, puesto que en esos experimientos podría crearse un micro-agujero negro que fuese rápidamente absorbiendo masa y tragándose a la Tierra (con nosotros dentro). El Fin del Mundo. Ahí es nada. Y tan seguros están de ello que han presentado una denuncia contra el CERN ante el Tribunal de Hawaii y el Gobierno de los EEUU. No aportan prueba fehaciente alguna de lo que dicen, ni cálculos físicos, pero da igual, porque en esos tribunales deben tener la misma idea de física cuántica que mi amigo Juanfran. Por contra, los currantes del CERN, como buenos estudiosos, lo han negado todo ferozmente: "¡No!". Han respondido con datos y pruebas de que esa teorías alarmistas no son más que una paranoia sin fundamento.

Pero el hecho es que hoy, más de un crédulo se habrá levantado con sudores fríos y temblor en las canillas, pensando que ese sería el último día de su miserable vida. Otros no se han duchado, que total para morirse, vaya desperdicio. Algunos habrán aprovechado los últimos minutos de vida para soltarle cuatro improperios a su jefe y quedarse tan a gusto... Y algunos habrán seguido esta lista de cosas para hacer antes de que llegue el fin del mundo. Todos se han acordado de que hoy era el gran día: el día en que por fin iban a saber que había al otro lado.

Pero no.... no ha pasado nada. Nada de nada. Bueno algo sí: que el osado del ejemplo anterior está de patitas en la calle y sin finiquito, por capullo.

De todas formas, hoy no era más que la puesta de largo del LHC y no se han hecho pruebas peligrosas. Así que los catastrofistas aún no se rinden y dicen que el Fin del Mundo tendrá lugar a partir del 21 de Octubre de 2008, que es cuando se producirán las primeras colisiones de partículas.

Yo entiendo muy poco de casi todo, y estas cosas quedan demasiado lejos de mi limitado conocimiento. Así que mientras se deciden entre descubrir el origen del Universo o acabar con él, yo seguiré haciendo sudokus, que es lo mío.