Lo han vuelto a hacer: una vez más nos la han colado por la puerta de atrás. Cuando todo el mundo está de fiesta, comenzado el puente de San José, de camino a las fallas...cuando todo el mundo estaba mirando hacia otro lado, descuidados... viene el hachazo a la libertad en la red.
El Congreso ha aprobado hoy el proyecto de ley de economía sostenible, sin cambiar una sola coma sobre la disposición final primera que permite cerrar páginas web con enlaces a contenidos digitales, sin la mediación de ningún juez. Aunque no supone la aprobación final, y el texto aún deba ser discutido en el Parlamento, no parece que la cosa vaya a cambiar ya que ningún grupo parlamentario ha mostrado abiertamente su oposición. Si no ocurre un milagro, la ley podría ver la luz muy pronto. Posiblemente a mediados de año.
Debe haber ya cientos de sentencias judiciales que afirman que las páginas web con enlaces a contenidos multimedia no representan ningún delito. No lo dice cualquiera: lo dicen los jueces, el CGPJ, que son -y deben ser- los máximos garantes de la justicia en una democracia. Sin embargo, como esa no es la sentencia que esperan ciertas entidades de gestión caducas, aliadas con el Ministerio de (In)Cultura, han encontrado una fácil solución: eliminemos a los jueces en este juego. ¿Qué clase de democracia es la que permite que ciertas entidades privadas puedan estar por encima de los jueces, y puedan dictar sentencias en su lugar? Porque eso es lo que hará la Comisión de Propiedad Intelectual que, dicho sea de paso, su composición se mantiene en un oscurantismo sospechoso. Los jueces quedan relegados a un segundo plano: una vez que la Comisión dictamine el cierre de una web, el juez sólo revisará que el cierre no suponga una vulneración de la libertad de expresión o de información, pero no podrá decidir sobre la causa original del cierre.
Esto supone abrir una puerta muy peligrosa: censurar y controlar los contenidos de Internet a discreción de un grupo con intereses privados. Permitir el cierre de webs que no agraden a ciertos lobbies o que se salgan de las estrictas pautas de opinión que marcará la Comisión. Todo ello por encima de los jueces.
¿Conocéis alguna democracia que permita esto? Yo sí. Pero no se llama democracia. Se llama dictadura.
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Mas información: No al cierre de Webs
5 comentarios:
Poco o nada más que añadir.
Supongo que habrás visto la carta de David Bravo.
Un saludete
Sí, ya la había leído, pero gracias de todos modos por enlazarla.
En fin. ¿Qué más se puede decir ante un gobierno que actúa claramente en contra de sus ciudadanos? Ya se han levantado muchas voces, pero esta gente no escucha a nadie.
Es curioso que constantemente se pueda pillar a los políticos soltando mentiras, pero no podamos hacer nada al respecto. ¿O sí?
(via Microsiervos).
Qué se puede esperar de un ministro que da la razón a Alierta en sus delirios de grandeza.
Al final, los que mandan realmente son los que tienen la pasta (bancos, grandes empresas, SGAE) y los políticos sólo hacen de marionetas para dar una falsa sensación de gobierno y democracia.
Es la cruda realidad.
Estimado Miguelón,
El problema es que todas “nuestras” protestas las hacemos en la red. Deberíamos presentarlas en cd (o mejor en vinilo) y en forma de canciones. Así, la mandarín SGAE nos apoyaría y conseguiríamos cualquier cosa.
No os llama la atención que una canción tenga derechos casi “de por vida” y un invento (el que sea), en el que hay metido mucho dinero caduque a los 10 años. Con este tipo de valores, lo único que fomentamos es a los “cantantes” y no a los que dan saltos en el bienestar de la gente.
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