Llamadme ingenuo, pero soy de los que piensan que una entrevista de trabajo debe servir, en última instancia, para valorar tu capacidad de trabajar de forma eficaz y eficiente en el puesto ofertado. Entiendo que eso incluye no sólo comprobar tus conocimientos y experiencia de cara al puesto, sino verificar que tu personalidad y forma de ser encaja en el entorno de trabajo.
Sin embargo, en muchas entrevistas es fácil encontrarse con preguntas que, a mi entender, no sirven en absoluto para este propósito y lo único que consiguen es descolocarte de cara al entrevistador y ponerte a la defensiva. Estas preguntas pueden ser muy útiles en determinados procesos de selección para puestos muy concretos, pero no para todos.
Por ejemplo, una pregunta del estilo ¿qué puedes aportar tú a esta empresa más que otro candidato? o dicho de otra forma ¿por qué debería contratarte a ti y no a otro? puede ser muy útil para un puesto competitivo (comercial, agente de bolsa, etc.), pero cuando te hacen esta pregunta para un puesto en que impera el trabajo en equipo (lease programador o analista) creo que es innecesario.
La última vez que me hicieron esa pregunta en una entrevista de este estilo respondí sinceramente: "No conozco al resto de candidatos ni creo que tenga que tener cualidades especiales. Simplemente creo que soy bueno en lo que hago y que valgo para este puesto tanto como los demás".
No me cogieron.
Así que, para que no os pase como a mi, más vale que echéis un vistazo al siguiente artículo donde nos dan unas pautas para ir bien preparado a una entrevista y dar en el clavo cuando hagan esas preguntas retorcidas y perversas que parecen sacadas de un examen para internarte en psiquiátrico:
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4 comentarios:
La pregunta que más descoloca siempre es la de "¿Y cuánto quieres cobrar?". ¡Pues una pasta, hijossssdeputa!
Claramente esa es una pregunta trampa. La respuesta correcta es "el sueldo mínimo posible, pues para mi ya es un premio poder tabajar con esta gran empresa".
Y a continuación puedes terminar con el "... hijossssdeputa"
En más de un sitio teníamos que haber entrado diciendo "¡Enséñame la pasta!" y haber salido al grito de "¡Hijossssssssssssdeputa!"
Bueno, yo todavía estoy a tiempo de lo segundo... xDDD
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