Dicen que en Madrid conducimos como autenticas cabras. Yo no lo pongo en duda (dado que soy una de dichas cabras locas), pero cuando terminéis de leer esta entrada, lo de Madrid os parecerá una nimiedad.
Una de las primeras cosas que nos advirtieron nuestros guias cuando aterrizamos en el aeropuerto de El Cairo, es que en Egipto no había que tener miedo de nada, excepto a una sola cosa: cruzar una calle.
No tardamos mucho en corroborar que lo que decían era cierto. Estábamos sentados en la terraza de un restaurante llamado Christo -donde, por cierto, cenamos estupendamente por diez euros escasos- desde la cual se veía una hermosa rotonda de una de las calles de El Cairo. En apenas media hora, vimos... no uno, ni dos, ni tres, ni cuatro, sino cinco... cinco conductores que entraron en la rotonda y debieron pensar: "para qué voy a hacer la rotonda entera, si puedo atajar por la izquierda" y ni cortos ni perezosos, tomaban la rotona en sentido contrario. Pensareis que no había tráfico... nada más lejos de la realidad: en El Cairo, a las 23h, aún hay camiones trabajando. Siempre hay tráfico. Este video da una muestra de lo "acostumbrada" que está la gente a eso de tomar las calles en sentido contrario:
Continúa...
Pero eso no es todo. En efecto, el tráfico en Egipto es lo más caótico que he presenciado en mi vida. Naturalmente hay semaforos -pocos, pero los hay- hay señales verticales de limitación de velocidad, stops, cedas, etc. y el asfalto tiene sus carriles bien delimitados, con lineas continuas y discontinuas según corresponda, como en cualquier ciudad civilizada. Y por supuesto hay guardias de tráfico. La diferencia está en que, en Egipto, todo el mundo ignora las señales... y los guardias están de adorno. No en vano, según nos confirmaron nuestros guias, existen autoescuelas, pero nadie va: la mayor parte de la gente simplemente paga su carnet y lo tiene en un par de dias.
Os aseguro que no exagero. Podeis contemplar este otro video, de un cruce en una calle del Cairo. A la izquierda, al cabo de unos segundos, podreis ver un guardia de tráfico... ¡Que dominio de la situación! Hay más de veinte infracciones en tan solo un minuto de video... ¡y no mueve un solo dedo!. Pasmoso:
En ese video, además, podeis apreciar una de las cualidades que más me sorprendió en los peatones que se atrevían a cruzar la calle: su absoluta sangre fría. Observad la tranquilidad con la que atraviesan el cruce... ¡ni se inmutan!. Una tarde que tuvimos ocasion de pasear por El Cairo, llegamos a una amplia calle de varios carriles, y nos dispusimos a cruzarla: aún recuerdo las risas de la gente cuando vieron que nos parábamos en la acera... a esperar que alguien nos dejara pasar.
Los primeros dias, esta forma de entender el tráfico sorprende, e incluso asusta. Pero al cabo de un tiempo te acostumbras y empiezas a encontrarle su lógica. Hay dos leyes fundamentales en el tráfico de Egipto: una para los conductores y otra para los peatones. La de los conductores dice: "El primero que mete el morro, es el que pasa". La de los peatones dice: "Cruza como te venga en gana, pero nunca corras". Si el peaton no corre al conductor ue viene le da tiempo a verle y puede calcular fácilmente la velocidad para dejarle pasar. Es simple y tremedamente efectivo. Es cierto que se trata de la ley de la selva... pero parece que funciona, y tiene sus ventajas:
En primer lugar, los conductores no corren tanto como en España: se cometen tantas infracciones, y se hacen unos a otros tantas pirulas, que los conductores tienen que estar pendientes de todo y concentrados al 100%, para evitar cualquier imprevisto. Esto les impide relajarse y controlan bastante la velocidad. Por esta razón tambien parece haber menos accidentes -aunque es un dato que no puedo corroborar-. En segundo lugar los embotellamientos: efectivamente hay muchos, pero a diferencia de lo que ocure en MAdrid, casi nunca estás parado completamente: avanzas lento, pero avanzas.
Que nadie me malinterprete. No pretendo decir que esa forma de conducir sea mejor que la nuestra. Eso sería una barbaridad. Solo digo que, incluso en el caos más absoluto como es el del tráfico egipcio, donde predominan los sonidos de miles de cláxones y los destellos de las ráfagas de los faros, se puede encontrar una lógica y una razón de ser. No defiendo esa forma de entender el tráfico, pero admiro a los conductores que son capaces de saltar a esa selva de asfalto cada día. Probablemente allí son mucho más conscientes del peligro que representa el coche, que nosotros.
Os dejo para terminar con otros dos videos. Son dos cruces de calles, para que podais apreciar las maniobras, quiebros y regates que hacen los coches para evitar tocarse. Parece increible. El segundo video no corresponde a Egipto sino a la India, pero vale igualmente como muestra ya que es exactamente así como se conduce en El Cairo (aunque con más coches y menos motos).
En fin. Para que luego nos quejemos de nuestra forma de conducir. No me quiero ni imaginar lo que pasaría si implantasen el carnet por puntos en Egipto.
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